Bienvenido a Terapias con Péndulo
Gente común aplicando un método que funciona.
No necesitas incienso, ni rezar en sánscrito, ni tragarte filosofías raras para sanar con un péndulo.
Hemos hecho miles de sesiones.
Hemos formado a más de 800 personas.
350 ya están certificadas.
¿Quieres aprender tú también?
EL CUPO ES LIMITADO – (Los cupos no duran)
No te vamos a prometer que serás feliz para siempre.
Ni que atraerás unicornios a tu vida.
Esto no es Disneyland.
Lo que sí vas a aprender es a identificar y quitar bloqueos que te están jodiendo la vida:
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El dinero que no llega.
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La relación que se enreda.
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La ansiedad que no te deja dormir.
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Las energías pesadas en casa o en el trabajo.
¿Magia? No.
¿Resultados? Sí.
No somos gurús, somos gente con método
No hay gurús con túnicas blancas.
No venimos a fundar un culto raro que termine saliendo en las noticias.
Soy Gustavo Quiñonez y junto a mi esposa Ana te traemos experiencia y conocimiento real.
Sí, hay una base espiritual, pero no buscamos lavarte el coco.
Aquí no hay mantras secretos ni bailes a la luz de la luna.
Lo que hicimos fue crear un sistema de tablas.
Y combinadas con un péndulo, funcionan.
¿Cómo lo sabemos?
Porque no solo nosotros lo usamos.
Lo han aprendido más de 800 personas.
Y lo han aplicado con resultados en su vida, en su familia, en sus clientes.
Más de 350 ya se certificaron con el curso avanzado.
Y ojo: no certificamos por simpatía.
Certificamos porque han demostrado que dominan el método.
Esto no va de creer a ciegas.
Va de tener un sistema que se puede enseñar, aprender y repetir.
Sin trajes exóticos.
Sin gurús iluminados.
Solo gente común aplicando un método que funciona.
¿NECESITAS INFORMACIÓN ADICIONAL SOBRE EL CURSO, TALLERES, CERTIFICACIÓN ENTRE OTROS?
¿Qué pasa en una sesión de péndulo?
Para reservar tu espacio lo primero: pagas, llenas el formulario y te contactamos para darte horarios disponibles.
Son a distancia, porque las diferencias de horario y lugar harían imposible otra cosa. Y créeme: funciona igual de bien.
Una sesión dura entre 60 y 90 minutos.
El tema lo eliges tú: salud, dinero, amor… los clásicos.
Nada de predicciones, ni bolas de cristal, ni adivinación.
Aquí buscamos lo que está bloqueando tu vida: creencias, emociones, programas que están frenando algo que debería fluir.
El método es simple: planteamos la pregunta, usamos las tablas y el péndulo, tomamos nota y empezamos a trabajar los bloqueos.
Se hacen oraciones específicas (sí, oraciones, sin disfraces ni rituales raros) y el resultado suele sentirse al instante, otros pueden tomar unos días o varias sesiones:
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como si un peso enorme se soltara,
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como si de repente respiraras más profundo,
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como si la tristeza o el dolor bajaran de golpe.
Algunos sienten paz, otros sueño, otros calor.
Lo llamen como lo llamen, es liberador.
Y sí, a veces parece un milagro: presiones que desaparecen, dolores que la medicina no calmaba y que empiezan a bajar después de la sesión.
No necesitas contar toda tu vida como si estuviéramos en una telenovela.
El sistema encuentra los bloqueos sin que tengas que abrir tu intimidad.
Lo único que pedimos: tu nombre completo y tu fecha de nacimiento. Con eso podemos leer tu campo energético.
Si quieres ir más a fondo, también ofrecemos paquetes de 3 o 4 sesiones.
Porque, seamos claros: a veces un bloqueo no se resuelve en una sola visita.
¿Qué esperar para reservar tu sesión?
RESERVAR ES SIMPLE: Pagas con el botón amarillo, llenas un formulario y eliges si quieres tu sesión con Ana o con Gustavo.
LAS SESIONES SON DE 60 A 90 MINUTOS. Usamos las tablas de nuestro método y, a partir de ahí, oraciones específicas para liberar bloqueos, emociones atrapadas o cualquier otro punto que aparezca.
TODO SUCEDE A DISTANCIA, POR ZOOM.
Ves en pantalla cómo el péndulo marca las respuestas en las tablas. Nada escondido, nada “mágico”.
Y que quede claro:
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No hacemos predicciones ni adivinación. Si eso buscas, este no es tu lugar.
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Estas sesiones son acompañamiento, complemento. No reemplazan un tratamiento médico ni psicológico.
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Cuando hablamos de oraciones no hablamos de religión. No hay velas, ni bolas de cristal, ni túnicas blancas. Solo una petición clara dirigida al Creador Universal, a la Luz, a Dios, como quieras llamarlo.
Lo que sí pasa es que, mientras avanzamos, el consultante empieza a sentir que le quitan de encima lo que lo agobiaba: presión, tristeza, cargas que parecían imposibles de soltar.
En Terapias con Péndulo no diagnosticamos, no recetamos, no prescribimos medicamentos. Y no lo vamos a hacer.
Nuestro propósito es ayudarte a desbloquear lo que pesa, no sustituir a tu médico.
RESERVA TU SESIÓN INDIVIDUAL Y EMPIEZA A QUITARTE DE ENCIMA LO QUE TE FRENA.
